Cada industria se porta diferente, pero lo que sí aplica para todas son nociones de limpieza, desinfección de espacios, evaluaciones de salud a los empleados y teletrabajo que dictarán las nuevas normas para proteger la salud y bienestar de sus colaboradores. Por ejemplo, se deben instalar lavamanos móviles para impulsar el lavado de manos constante; es importante realizar desinfección frecuente de superficies; la evaluación de salud a los empleados debe hacerse de forma obligatoria para detectar poblaciones vulnerables y cuidar de su salud. Otra decisión es definir quiénes pueden seguir haciendo teletrabajo, para evitar aglomeraciones en la empresa, de forma innecesaria. Estos cambios varían de industria a industria, esta es la recopilación que habrá en cinco de las que ya están listas para el retorno a actividades.
La industria de la construcción ha sido una de las más afectadas por el COVID-19 en Ecuador. Ésta tiene varias aristas: desde la construcción en sí, hasta la comercialización de bienes inmuebles.
En el caso de la construcción que requiere que la fuerza laboral comparta espacios, y es necesario aplicar medidas de prevención según las áreas de la empresa. Por ejemplo, el uso de equipos como mascarillas y trajes son importantes por la cantidad de superficies que se tocan durante el proceso. También es necesario hacer desinfecciones constantes de materiales e implementos, para disminuir el riesgo de contagio.
En las obras es importante tener un médico y tomar la temperatura a cada personas que ingresa y al salir de actividades. De esta forma se tendrá un mapeo de la salud de cada colaborador o contratista, para identificar los riesgos de salud y actuar de forma rápida.
En las áreas de cafetería o el lugar donde se ingieren los alimentos es importante mantener la distancia entre personas y evitar aglomeraciones. También se recomienda que cada quien lleve su comida, para evitar la manipulación de alimentos.
En la comercialización de productos, realizada por los asesores inmobiliarios, es importante usar las herramientas tecnológicas para atraer a los compradores. Por ejemplo, promocionar los departamentos u oficinas con tours virtuales para generar el interés en la obra. También es clave usar videollamadas para conversar con potenciales clientes y explicarles cada paso: desde los temas legales hasta la entrega de la propiedad. Es cierto, que en la venta de un inmueble la asesoría personalizada es clave pero en momentos de pandemia hay que minimizar el contacto humano, usando herramientas tecnológicas, para seguir vendiendo.
Esta es una de esas industrias que no ha dejado de funcionar durante esta crisis y seguro ha aprendido varias lecciones en la cuarentena, para seguir operando.
Seguramente una de sus fortalezas es estar entrenada en, o al menos entender, las certificaciones ISO, que están orientadas a organizar la gestión en procesos con estándares internacionales. Entonces, para una empresa de alimentos no es raro que las personas tengan que ponerse trajes de bioseguridad y mascarillas, para ingresar a su proceso de producción.
Lo que seguro han aprendido es a manejar la seguridad en las rutas de envío de sus productos. Es decir, conductores y personal de carga respetando las normas de bioseguridad; entrega de productos que requieren medidas de desinfección, eliminar -en la medida de lo posible- papelería en las entregas y migrar ese proceso a digital.
En el ámbito de las consultoras, la clave es el talento humano. Es decir, quien contrata una consultora lo hace por las ideas y asesoría que esta rama provee. Entonces, esta industria tiene algunos retos frente al COVID-19.
Teletrabajo: el teletrabajo no acaba cuando el semáforo esté en verde. De hecho, el teletrabajo llegó para quedarse. Solo que durante la pandemia tuvo un empujón en un país que no daba mucho espacio a conectarse desde cualquier lugar. Entonces las consultoras deben seguir trabajando a su máxima capacidad con su staff conectado desde cualquier lugar, usando herramientas colaborativas para seguir apoyando a sus clientes.
En este sentido, este sector debe estar muy enterado del bienestar de sus colaboradores en el trabajo que realizan desde su casa: identificar qué tipo de internet tiene cada colaborador, si tiene acceso a una silla ergonómica, que realicen pausas activas en su casa. En fin, que sientan el bienestar de la oficina en su hogar, para ejecutar bien las tareas.
Para el espacio físico se deben volver a ambientar las oficinas y salas de reuniones. Es decir, separar escritorios, disminuir el uso de papel (en tareas administrativas) y hacer más amplias las salas de reuniones, para asegurar el bienestar de los clientes y colaboradores. También crear diferentes puntos de desinfección con geles y alcohol para incrementar la limpieza de manos. Si la consultora es grande, debería haber lavabos móviles, para impulsar el lavado de manos constante en diferentes áreas.
Las empresas de transporte tomaron relevancia durante la pandemia, ya que una consecuencia de la cuarentena son las compras en línea y eso requiere envíos de productos a la puerta de la casa. En ese proceso, las empresas de transporte encargadas de delivery (sean en bicicletas, motos, autos o camiones) requieren normas básicas de cuidados ya que su personal estará en constante interacción , y tendrán probabilidades de contagiarse.
El uso de uniformes, mascarillas y gafas son obligación, para prevenir el contagio entre compañeros de trabajo y clientes. Los vehículos serán sometidos a desinfecciones periódicas para asegurar la inocuidad de esta herramienta de trabajo.
En este sector, como en todos, es importante que antes de iniciar los recorridos se tome temperatura para ver si el colaborador tiene fiebre. La consigna durante una pandemia es que si la persona tiene síntomas, debe quedarse en casa y cuidarse.
Los bancos, cooperativas y otras instituciones financieras tienen un gran reto durante este proceso. De hecho, la banca digital es la principal apuesta, pero para ser honestos aunque su utilización va creciendo, aun hay una parte de la población que asiste presencialmente a los balcones de servicio y ahí hay interacción humana que podría provocar la propagación del virus. Es el caso de los cajeros (humanos) quienes reciben monedas y billetes durante su jornada laboral y deben tener medidas de precaución. Obviamente la manipulación constante de dinero físico, requiere cuidados en la higiene, pero esta afirmación nunca tuvo tanto sentido como ahora.
En el área de servicio al cliente, quienes trabajan atendiendo de forma presencial o quienes visitan personas deben tener cuidado especial. Deben lavarse las manos al recibir documentos físicos y tener gel antibacterial y alcohol a la mano para aplicarse después de cada interacción.
Extensión de horarios: los bancos deberán incrementar la cantidad de turnos para evitar filas y aglomeraciones. Es importante crear procesos para atención al cliente con señalización en pisos para evitar acercamiento innecesario entre clientes.
Lo más importante es ocuparse de la salud de los colaboradores y entender lo que están viviendo tanto en su salud física como mental. Es importante que si un empleado tiene síntomas de COVID-19 tenga la tranquilidad de quedarse en casa, para descartar el virus o si lo tiene cuidarse durante la cuarentena. En ese sentido, cada que comiencen las operaciones en las agencias de servicio debe tomarse la temperatura, impulsar el lavado contante de manos y destinar gel antibacterial para reducir el contagio.
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