La Leucemia es un tipo de cáncer que afecta a las células que producen sangre, y por lo general afecta a los glóbulos blancos y en menor proporción a los glóbulos rojos (eritrocitos) y las plaquetas. Existen dos tipos generales, la leucemia aguda (que se replica rápidamente) y la leucemia crónica (de lenta reproducción en el organismo). De estos tipos, se subdividen otros subtipos, entre los cuales están:
En Ecuador, la leucemia linfoblástica aguda es el cáncer más frecuente en menores de 15 años, y representa entre el 75% y 80% de todas las leucemias agudas.
Al 2020, se registraron 3.499 casos de leucemia, y 1.199 de ellos en menores de 15 años. Es el séptimo tipo de cáncer más común en el país.
La exposición a radiación, y a ciertas sustancias químicas es un factor de riesgo para el desarrollo de cualquier tipo de leucemia. Además, algunos investigadores han descubierto que cerca del 20% de casos de leucemia (sobre todo en adultos) está asociada al tabaquismo.
La leucemia mieloide está asociada a los tratamientos de radioterapia y quimioterapia para tratar la enfermedad de Hodgkin, linfoma no hodgkiniano, la leucemia linfocítica aguda infantil y el cáncer de mama y de ovario.
Además, quienes padecen insuficiencia de la médula ósea pueden desarrollar leucemia con el tiempo.
Entre otros factores de riesgo, está padecer síndromes genéticos raros o tener antecedentes familiares que hayan padecido leucemia, hasta un primer grado de consanguinidad (padre, hijo o hermano).
Síntomas:
Entre los síntomas más comunes de esta enfermedad se pueden citar a los siguientes:
Estos síntomas son muy parecidos a otras enfermedades. Por esta razón, la única forma de detectar la leucemia es a través de un diagnóstico que incluya un hemograma completo, en el cual se detectan niveles altos o bajos de glóbulos blancos y se puede ver la existencia de células de leucemia en la sangre. Para confirmar el diagnóstico, se realizan pruebas de médula ósea (aspiración y biopsia).
Es el principal tipo de cáncer entre menores de 15 años. No se conocen sus causas con exactitud, pero se considera que existen factores hereditarios que influirían en su aparecimiento.
Los glóbulos blancos, producidos por la médula espinal, no maduran, y la médula produce una menor cantidad de células sanas, afectando la capacidad inmune del paciente. En los niños, los síntomas más frecuentes son cansancio continuo, moretones o sangrado fácil e infecciones frecuentes y de larga duración. El principal tratamiento para la leucemia en los niños es la quimioterapia.
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Tratamiento:
Depende de varios factores, y del tipo de leucemia que afecta al paciente.
Los tratamientos frecuentes que se usan para la leucemia son:
• Quimioterapia.
• Terapia dirigida (con fármacos con diana específica, para bloquear anomalías de células cancerígenas).
• Radioterapia.
• Trasplante de médula ósea (reemplazo de médula ósea afectada por una sana, para reestablecer las células madre sanas que permitirán la producción adecuada de células sanguíneas).
• Inmunoterapia.
• Ingeniería de células inmunes para combatir la leucemia.
No se puede prevenir la leucemia, pero se pueden adoptar hábitos saludables, como ejercicio físico, dejar de fumar, consumir con moderación bebidas alcohólicas y tener una dieta balanceada para prevenir en general el aparecimiento de cualquier tipo de cáncer.
En promedio, el costo de un tratamiento contra el cáncer es de $17.500 dólares anuales.
Pero dependerá del estado del paciente y la evolución de la enfermedad, para determinar qué tipo de tratamiento es más efectivo y el tiempo que este requiere, por lo que estos costos pueden aumentar.
A esto, hay que sumar las consultas previas, exámenes de diagnóstico y algunos imprevistos.
Un hemograma cuesta $55.00 dólares, y por cada consulta al especialista, el costo asciende a $80.00. Solo cuatro consultas pre - diagnóstico, más el hemograma, pueden llegar a costar $375.00 dólares.
Un plan médico contra el cáncer es fundamental para tratar de manera adecuada esta enfermedad, sin golpear tu economía. Las enfermedades graves son no solo una amenaza a tu salud, también afectan tu patrimonio y la salud mental de quienes te rodean. Contar con un plan de medicina prepagada para estas enfermedades es una inversión en tu salud y en la de tu familia.
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