Todos los virus cambian con el paso del tiempo, y el Covid–19 no es la excepción. En la mayoría de casos los efectos sobre las propiedades del virus son mínimos, y suelen influir en la velocidad de propagación, la eficacia de las vacunas, la gravedad de la enfermedad asociada, los medicamentos para el tratamiento o los medios de diagnóstico.
El 28 de mayo, el Ministerio de Salud Pública anunció que se registró el primer caso de la variante XBB.1.16 del Covid-19 en Quito, también llamada “Arcturus”. El sistema de vigilancia epidemiológica y genómica en todo el país ha permitido identificarlo, siendo una variante de bajo riesgo y cuya primera aparición se dio en India, a principios del presente año.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, no se registran variaciones importantes en la severidad que supone esta variante respecto a otras que se encuentran en circulación, y los niveles de ocupación de camas hospitalarias son menores que en anteriores olas de contagio.
Actualmente son 33 países que ya registran la presencia del Covid XBB.1.16.
Sin embargo, su presencia evidencia que la pandemia aún no ha sido superada por completo, y que debemos continuar con las medidas preventivas pertinentes. A continuación, te contamos algunos detalles que debes tomar en cuenta para identificar sus características y prevenir su contagio.
Los síntomas no han variado demasiado. Entre los persistentes están el dolor de cabeza intenso, fiebre leve, dolor del cuerpo, sensación de cansancio, dolor de garganta, tos y dolor abdominal. En los casos en niños menores de 12 años se ha evidenciado síntomas parecidos a los de la conjuntivitis, es decir, enrojecimiento de la esclerótica (parte blanca de los ojos), inflamación de la conjuntiva, lagrimeo, secreciones (lagañas) y una sensación constante de escozor en los ojos.
Esta variante es más contagiosa que las anteriores. La forma de transmisión no ha cambiado, y, por lo tanto, el contacto con las secreciones respiratorias de un paciente infectado son la vía de contagio. La saliva, expulsada a través de gotitas y partículas respiratorias muy pequeñas que contienen el virus entran en contacto con la nariz, mucosa ocular, nasal o bucal, y así transmiten el virus. De igual manera, tocar superficies que hayan estado en contacto con alguno de estos fluidos pueden generar una transmisión indirecta del virus.
La diferencia entre esta variante y sus antecesoras está en las mutaciones genéticas adicionales de aminoácidos así como en la proteína spike. Esta proteína se sitúa en la “envoltura” del virus, y tienen la capacidad de unirse a los receptores de las células del sistema inmune del ser humano, siendo fundamentales para la infectividad viral. Por esta razón, se explicaría que esta variante es más contagiosa pero menos riesgosa para la salud.
Contraer Covid–19 te da una protección o inmunidad natural contra una nueva infección que causa esta enfermedad. Si a esto le sumamos la inmunidad producida por las vacunas, se estima que esta protección dura alrededor de 6 meses. Es importante tomar en cuenta que las personas no vacunadas, que se contagiaron de Covid–19 (en cualquiera de sus variantes), tienen más del doble de probabilidades de volver a contraer la enfermedad que las personas que recibieron al menos dos dosis completas.
Al no tener mayores diferencias con las variantes que antecedieron a Arcturus, se recomienda que el aislamiento sea similar al de la variante “Ómicron”, es decir, 10 días para quienes presentan síntomas, y 5 para los pacientes asintomáticos.
En los niños, la única diferencia está en el desarrollo de síntomas parecidos a la conjuntivitis. En el caso de las mujeres embarazadas, estas tienen mayor riesgo de hospitalización y desarrollo de un cuadro clínico más complicado, debido a que el embarazo es una etapa de inmunodeprimida, por lo que se modulan las defensas maternas para proteger al feto. De igual forma, alrededor del 16% de las mujeres embarazadas que contrajeron Covd-19 tuvieron un parto prematuro, pero no existe evidencia real de una transmisión vertical de Covid-19 de madre a hijo.
Al ser la variante Arcturus más contagiosa, es importante que la mujer gestante tome precauciones, tales como el uso de mascarilla, lavado frecuente de manos y mantener una distancia de 2 metros respecto a otras personas, para evitar contagios.
El tratamiento es el mismo que para otras variantes de Covid-19, y debe ser determinado por un médico después de la evaluación clínica y resultado de una prueba de diagnóstico. Estos consisten en la aplicación de anti virales para impedir que este continue su multiplicación en el organismo y también un conjunto de medicamentos para aliviar los síntomas de la enfermedad, tales como acetaminofeno o ibuprofeno, así como la ingesta de abundantes líquidos.
Si bien la emergencia decretada por la Organización Mundial de la Salud finalizó en el mes de mayo, es importante tomar en cuenta que el Covid-19 no ha desaparecido aún, ni se ha convertido en un virus al que no es necesario darle seguimiento. El aparecimiento de nuevas variantes del virus nos obliga a ser precavidos, y no solo retomar ciertas prácticas como el lavado continuo de manos, el uso de mascarilla en hospitales y centros de salud, o evitar tener contacto con personas que tengan síntomas respiratorios. También es necesario contar con un plan de medicina prepagada que nos permite acceder a exámenes de laboratorio, consultas médicas presenciales o virtuales y a hospitales y centros de salud a nivel nacional, para tratar un nuevo contagio por Covid – 19.
Salud SA, empresa líder en medicina prepagada, incluye en todos sus planes la cobertura para el tratamiento de Covid–19, y en todos sus planes tendrás la posibilidad de realizar atenciones vía telemedicina, así como contar con su aplicación para evaluar la evolución de esta enfermedad y solicitar certificados médicos si los necesitas. Además, sus nuevos planes te permiten acceder a medicinas no continuas y continuas genéricas o de marca, con una cobertura que se adapta a tu presupuesto.
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