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El Covid-19 es una enfermedad relativamente nueva de la que se sabe poco, aunque ya en 2021 la información sobre este virus es mayor a lo que se sabía a inicios de 2020, cuando comenzó la pandemia. Hay muchas dudas, y una de las que más rondan es sobre qué pasa con el este virus y su vacuna para las mujeres que quieren embarazarse o están embarazadas. En esta nota responderemos pregunta sobre COVID-19 y embarazo.
Existen muchas dudas y su relación con el embarazo o planeación del mismo. Aunque no existe ninguna indicación clara sobre problemas de seguridad frente a la vacunación, la evidencia es insuficiente para recomendar su aplicación durante la gestación. En esta nota tendremos más información al respecto.
La recomendación por parte de los organismos de salud, como el Gobierno de España, debe posponerse la vacunación de embarazadas hasta el final de la gestación. Si la embarazada tiene alto riesgo de exposición o alto riesgo de complicaciones, puede valorarse la vacunación de manera individualizada.
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Hay que ver cada vacuna de cada empresa, ya que todas son distintas. Por ejemplo, la de Pfizer no tiene evidencia de que la vacuna contra el COVID-19 provoque infertilidad, por lo que las mujeres que están tratando quedar embarazadas no necesitan evitar el embarazo después de la vacunación. En esta nota sobre preguntas frecuentes del COVID-19 hay una descripción de cada vacuna, aunque no hay información sobre si impacta o no a las mujeres con planes de embarazarse.
Hasta ahora, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado consejos sobre las vacunas contra la covid-19 de Pfizer-BioNTech y Moderna, y no recomienda la vacunación de mujeres embarazadas en este momento.
En Ecuador hay un plan de vacunación que excluye a las mujeres embarazadas por la falta de evidencia científica que existe frente a los efectos secundarios. Además de las mujeres en gestación, también excluye a mujeres en período de lactancia. Asimismo, personas que hayan tenido Covid-19, quienes tengan reacciones alérgicas severas a medicinas o vacunas. Igualmente menores de 18 años., personas que sufran algún trastorno de la coagulación o que reciban terapia anticoagulante y personas con inmunodepresión o que estén en tratamiento contra el cáncer, como explica esta nota de Primicias.
En general, el riesgo para la COVID-19 para las mujeres embarazadas es bajo, como explica esta nota de la Clínica Mayo. Sin embargo, el embarazo aumenta el riesgo de enfermedades graves con COVID-19. Las mujeres embarazadas que se contagian con este virus, parecen tener más probabilidad de desarrollar complicaciones respiratorias que requieran cuidado intensivo que las mujeres que no están embarazadas, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. También es más probable que las mujeres embarazadas necesiten usar un respirador. Además, las mujeres embarazadas de raza negra o hispanas parecen estar afectadas de manera desproporcionada si tienen desarrollan este virus.
Aún se desconoce la frecuencia con que el COVID-19 genera problemas durante el embarazo, o afecta la salud del bebé después del nacimiento. Algunas investigaciones sugieren que las mujeres embarazadas que se contagian tienen más probabilidades de tener un parto prematuro, e incrementa las posibilidades que sus bebés necesiten ser internados en la unidad neonatal.
Siguiendo las indicaciones: lavado de manos frecuente, uso de mascarilla de alta calidad (incluso doble mascarilla) y evitando aglomeraciones. Lo ideal es trabajar desde casa para evitar la movilización y potenciales puntos de contagio como oficinas o transporte público. En este punto es clave pensar en lo mejor para el bebé a la hora del parto, por lo que es necesario acceder la inclusión intraútero, que se enfoca en ocuparse de la salud del bebé en gestación cuando nace, incluso si nace de forma prematura, una situación que afecta la salud del bebé, a veces de la madre y el tratamiento tiene un costo tan alto, que muchas veces afecta el patrimonio de la familia.
Según un informe de Naciones Unidas, que analiza los índices de nacimientos prematuros en 184 países, Ecuador tiene 5.1% de bebés que nacen de forma prematura. Estos nacimientos se dividen en tres categorías, relacionadas a los meses de gestación: leves (34 a 36 semanas), moderados (31 a 33) y extremos (menos de 31 semanas). En época de COVID-19 este atenuante de la salud del bebé en el vientre es clave para tener cobertura que cuide la salud del recién nacido.
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