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El cáncer de tiroides, como es común en este tipo de enfermedades, se produce a partir de la formación de células malignas, y en este caso específico, en los tejidos de la glándula tiroidea, la cual está ubicada en la base de la garganta, cerca de la tráquea y tiene un lóbulo izquierdo y derecho, conectada por un trozo de tejido llamado “itsmo”.

Entre las funciones más importantes de esta glándula están la de controlar la frecuencia cardíaca, la temperatura del cuerpo y el metabolismo.

A nivel mundial, el cáncer de tiroides ocupa el noveno lugar entre los tipos de cáncer con más casos nuevos en el año 2020, con un total de 586.202 pacientes que contrajeron esta enfermedad. En lo que respecta a la mortalidad se ubica en el puesto 24, con 43.626 fallecimientos producto del cáncer de tiroides.

En el Ecuador, este tipo de cáncer ocupa el sexto lugar entre los de mayor incidencia, con un número de 9.2 casos por cada 100.000 habitantes. Es mayor que los casos de leucemia o cáncer de pulmón, y solo es superado por los cánceres de seno, próstata, cervix, colorrectal y de estómago.

Existen 5 diferentes tipos de cáncer de tiroides:

• Cáncer papilar tiroideo:

  Es el tipo más frecuente de cáncer de tiroides, y se desarrolla en un lóbulo de la glándula a partir de las células foliculares.

• Cáncer folicular tiroideo:

  Es de menor incidencia que el anterior, aunque su desarrollo se genera en el mismo lugar. 
  No suele diseminarse a los ganglios linfáticos.

• Cáncer de células de Hurthle: 

  También llamado carcinoma de las células de Hurthle.

• Cáncer medular de tiroides:

  Se origina en las células C y en algunas ocasiones es el resultado del síndrome genético llamado neoplasia endocrina múltiple tipo 2. Aproximadamente el 25% de casos están relacionados con antecedentes familiares, aunque no es un tipo de cáncer de tiroides común.

• Cáncer anaplásico de tiroides: 

  Es un cáncer de tiroides de crecimiento rápido y poco diferenciado que puede comenzar a partir de un cáncer de tiroides diferenciado o un tumor tiroideo benigno.
  
  

¿Existen factores de riesgo para quien padece esta enfermedad?

Entre los principales factores de riesgo se pueden mencionar los siguientes:

• Sexo y edad: 

  Es más común en mujeres que en los hombres. En el caso de ellas, es común su aparecimiento entre los 40 y 50 años, mientras que en los hombres se presenta entre los 60 y 70 años.
  
  

• Dieta baja en yodo: 

  En algunos países, con dietas bajas en yodo, este cáncer es más común.
  
  

• Radiación:

  La exposición a la radiación es un factor de riesgo comprobado para el cáncer de tiroides. Las fuentes de esa radiación incluyen ciertos tratamientos médicos como la tomografía computarizada.
  
  

• Antecedentes familiares:

  Uno de cada tres carcinomas medulares de tiroides resultan de haber heredado un gen anormal.

Los problemas de tiroides como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo son afecciones en las que la glándula tiroides no funciona correctamente. Estos trastornos generalmente son causados por factores distintos al cáncer y pueden ser tratados con medicamentos o cirugía en algunos casos.

Por esta razón, no son una causa directa del desarrollo de cáncer de tiroides.

El cáncer es una enfermedad por la que algunas células del cuerpo se multiplican sin control y se diseminan por otras partes del cuerpo.

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Síntomas y Tratamiento:

En la mayor parte de casos, el síntoma principal es un bulto de consistencia dura en la glándula, específicamente en la parte anterior del cuello, también se puede presentar con la inflamación de ganglios cervicales, produciendo dolor en el cuello, la mandíbula o el oído.

En caso de que el tumor sea lo suficientemente grande, puede causar dificultad para tragar, cosquilleo en la garganta o dificultad para respirar. Si el tumor irrita un nervio que va hacia la laringe, puede producir ronquera.

Para el diagnóstico, se realiza una ecografía tiroidea, para verificar el tamaño de la tiroides y nódulos en la glándula. Para confirmar el diagnóstico se realiza una punción-aspiración con aguja fina para estudio citológico.

En la mayoría de los casos, el cáncer de tiroides se cura, siendo la cirugía su tratamiento principal. En casos en los que el estudio citológico sea indeterminado, se realiza una hemitiroidectomia, extirpando la parte de la tiroides en la que está alojado el nódulo. Posterior a la operación, el paciente necesitará tomar levotiroxina de por vida.

Prevención:

En la mayoría de los casos no es posible prevenir esta enfermedad. Si en la niñez se estuvo expuesto a la radiación, es necesario hacer un seguimiento continuo al afectado, debido a que este es un factor de riesgo importante.

Además, es importante consumir yodo en una cantidad suficiente, debido a que la tiroides usa este mineral para el desarrollo normal de sus funciones. Este material se puede encontrar en sal de mesa, que contenga yodo.

Costos de esta enfermedad:

Todo cáncer incluye costos que van desde los exámenes de laboratorio, consultas médicas, y de imagen. Todo tratamiento contra el cáncer depende del grado de avance de la enfermedad y el estado de salud del paciente.

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