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Durante mucho tiempo se pensó que los niños eran inmunes al COVID-19. Incluso, muchos de ellos, caminan por la calle sin mascarilla, mientras sus padres sí la usan. Esto solo deja en evidencia que creímos que ellos no iban a ser afectados. Sin embargo, hasta ayer 22 de febrero de 2021, se comunicó que un 6,1% de los 274.968 casos positivos de COVID-19 en Ecuador son niños y adolescentes, hasta 18 años.
Lo grave es que esto va creciendo. En julio de 2020, cuando la pandemia estaba en un punto alto, los niños contagiados en el país llegaba a 4,5%. Eso quiere decir que hay un despunte de contagios y que los niños sí están siendo afectados y muchos de los casos de menores son críticos en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Esto está muy lejos de lo que se conocía como Enfermedades Comunes en Niños, pero es que la realidad frente al COVID-19 nos está sobrepasando.
Así lo relata esta nota sobre los Cuadros Graves de COVID-19 en infantes publicada en El Comercio, que habla de una niña de 9 años quien no desarrolló síntomas graves, por lo que su situación no pasó de una consulta con el pediatra de cabecera. No obstante, dos semanas después la niña manifestó dolor intenso de estómago, incluso con náuseas y vómitos por lo que llevaron a la pequeña a un hospital. Allí la internaron con un cuadro grave de Síndrome Inflamatorio Multisistémico. Este se caracteriza por la inflamación generada por el MIS-C es una respuesta del sistema inmunitario del cuerpo para combatir el virus. Este mal aparece a las tres o cuatro semanas del contagio por SARS-CoV-2 y otras patologías infecciosas.
En casos reportados este síndrome ha presentado rasgos similares a la enfermedad de Kawasaki, un proceso inflamatorio de la piel que genera erupciones, enrojecimiento, edema de manos y pies. Si llegara a notar alguno de estos síntomas, llame al pediatra para atender de forma inmediata al menor.
El COVID-19 es una enfermedad de cuidado, que solía no asustar a los padres ya que los niños -se creía- tenían una especie de inmunidad, pero eso ya está descartado por la data en Ecuador que muestra cómo los menores están sufriendo por este virus, y tienen efectos colaterales después de superar la enfermedad.
La verdad es que ante una pandemia nadie está protegido y como los niños son los más importante es clave protegerlos. Estas son algunas ideas para implementar en el hogar:
Esto suena a cliché, pero la verdad es necesario hacerlo, incluso sin pandemia, ya que sus beneficios son:
Existen muchos mitos sobre el uso de mascarillas en los niños. Por ejemplo que reducen el consumo de oxígeno en la sangre y les afecta. Los menores hasta 5 años pueden usar mascarillas de tela que usan materiales respirables que no bloquean el oxígeno. Las mascarillas tampoco afectan la concentración de los niños en la escuela y pueden usar esta protección sin afectar su salud. Es necesario impulsar el uso de mascarillas en niños y adolescentes.
Al igual que los adultos, los niños también deben evitar aglomeraciones. Por ejemplo, evitar ir a las fiestas familiares porque no se sabe dónde han estado las personas de la familia y qué contacto han tenido. Asimismo, evitar los saludos con beso en mejilla con la excusa de son niños y no se enferman: los niños padecen esta enfermedad igual que los adultos y es necesario cuidarlos.
¿Quién no se preocupa por el bienestar de sus hijos? Cuando se tiene una familia es vital contar con una cobertura médica que garantice la recuperación de la salud de todos sus miembros de la familia, en especial los menores. Por eso debes tener en cuenta que cuando se trata de niños, existe mayor riesgo de que se vean envueltos en algún accidente o el contagio de COVID-19, como está pasando.
La razón es sencilla: los niños nunca pueden estar quietos. Puede que tu hijo tenga una personalidad tranquila, pero aun así está expuesto a sufrir algún imprevisto, como explica esta nota de 5 razones para tener un plan médico. No se trata de preocuparte más, sino de que estés consciente de los riesgos reales que existen. Por ello, no hay nada mejor que tener un plan de medicina prepagada que garantice su atención ante cualquier accidente o enfermedad. De esta manera estarás más tranquilo y confiado de que tus hijos están seguros en todo momento.
Una hospitalización por COVID-19 a un menor -entre pruebas, exámenes, tratamientos y medicamentos-, puede superar los $1000 que es difícil tenerlos disponibles, más en esta época de recortes de salarios y empleos. por eso es importante contar con un plan que tenga acceso a la red médica más grande del país.
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