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Si reflexionamos sobre ¿cuántas veces nos hemos caído o golpeado muy duro en nuestras vidas? Seguramente la lista es larga. Esto se debe a que todas las personas estamos expuestas a los peligros que acompañan nuestras actividades cotidianas.
Ninguna persona puede predecir la ocurrencia de los accidentes, sino únicamente afrontarlos y tratar de retornar a la las actividades habituales de la manera más ágil posible.
Existen ciertos accidentes que se presentan con mayor frecuencia como las quemaduras por líquidos calientes, lesiones articulares y ligamentarias en actividades deportivas, o lesiones más graves que comprometen la integridad de los huesos e incluso de órganos internos.
Todos estos accidentes ocurren diariamente a millones de personas alrededor del mundo y representan un gran porcentaje de los casos que llegan a las salas de emergencias. Por el riesgo inminente que representan estos eventos, te presentamos una lista de los accidentes más comunes.
Las fracturas, contusiones, traumatismos, esguinces, cortaduras son los casos más recurrentes en las salas de emergencias de los hospitales. Muchas personas sufren accidentes al realizar labores diarias como limpiar las ventanas desde una escalera, picar verduras, apoyarse en objetos inestables, mirar hacia otro lado mientras caminan o lavar el auto, es obvio que el tener estrés, no haber dormido bien o no poner toda la atención a lo que estamos haciendo incrementa el riesgo de un accidente.
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El cargar objetos pesados, mantener malas posturas durante largos periodos de tiempo, realizar movimientos repetitivos y las actividades deportivas sin descanso son causantes de afecciones repentinas, dolorosas e incapacitantes. Muchas personas no consideran que los esfuerzos físicos representan un peligro para la salud, sin embargo, esto sin duda puede traer consecuencias como lesiones musculares, articulares, inflamación de tendones, ligamentos, lo cual de no ser tratado a tiempo llevará a una condición crónica afectando la calidad de vida de la persona.
De acuerdo a las estadísticas de la Agencia Nacional de Tránsito ecuatoriana, el 40% de los accidentes de tránsito ocurren por conductores irresponsables y el 80% de los choques provienen de automóviles particulares. La tasa de mortalidad vial es de 18 defunciones por cada 100.000 habitantes, y aunque no es la más alta de la región, la posibilidad de sufrir un accidente mientras cruzas la calle o manejas es una realidad latente.
La electrocución es uno de los accidentes más comunes en aquellas familias que tienen hijos pequeños. Los niños al ser por naturaleza curiosos y traviesos suelen jugar frecuentemente con los tomacorrientes y cables. Los accidentes por el
ectrocución en el hogar son generalmente leves, sin embargo, al existir aparatos eléctricos como los microondas, podrían existir lesiones musculares y quemaduras de segundo grado.
Los casos de quemaduras más comunes son los de origen doméstico, y tienen lugar en la cocina. Algunos factores de riesgo evidentes son las ollas de agua hirviendo, el aceite caliente, las hornillas o el horno encendidos.
De acuerdo a la zona anatómica de la quemadura, a la extensión de la misma, a la profundidad de la lesión de los tejidos, las consecuencias varían desde cicatrices permanentes, infecciones secundarias, limitación al movimiento de extremidades y pérdida completa de la estética de la región afectada. Es por este motivo que, al realizar actividades familiares en la cocina, siempre debemos estar atentos a lo que hacemos y tratar de evitar que los niños entren a jugar en ella.
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Las intoxicaciones y envenenamientos representan un importante componente de los accidentes letales ya que el daño sobre los órganos es silencioso y muchas veces irreversible. La mayoría de las intoxicaciones se producen por la ingesta accidental de medicamentos no prescritos, esto es más frecuente en los niños.
Otro evento frecuente es la ingesta de solventes químicos colocados en frascos de bebidas o alimentos y por supuesto el consumo de alcohol adulterado. En caso de sospechar que algún miembro de tu familia ha sufrido de una intoxicación, debes llamar inmediatamente a una ambulancia para trasladarlo a la sala de emergencias más cercana o si el estado de la persona lo permite, llévalo tú mismo.
Prepárate para actuar rápidamente en el caso de accidentes.
Si sufres un accidente y estás en la capacidad de valerte por ti mismo, puedes seguir esta serie de consejos que te ayudarán a protegerte y a controlar la situación:
Bajo ninguna circunstancia te automediques, en el hospital te darán el tratamiento adecuado según la lesión que hayas sufrido.
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