La hipertensión arterial es algo que debe entenderse para poder prevenir, ya que si se descuida y va subiendo, puede ser mortal. Es importante aclarar que la presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre.
En este contexto, la hipertensión es la presión arterial alta que obliga al corazón a trabajar más duro para bombear sangre al resto del cuerpo. Ese sobre esfuerzo hace que el ventrículo izquierdo de este órgano se engrose aumentando el riesgo de infarto cardiaco, insuficiencia cardiaca o muerte cardiaca súbita, como explica esta nota de la Clínica Mayo sobre el peligro de la hipertensión.
Por eso al tener el primer síntoma que indique que la presión arterial está fuera del rango normal es clave comenzar cambios de hábitos en alimentación y ejercicio. Si se ignoran los síntomas de la presión arterial alta el daño puede ser silencioso durante años antes de manifestarse, y sin un control puede generar discapacidad de movilidad, mala calidad de vida o un ataque
La presión arterial alta (hipertensión) puede dañar silenciosamente el organismo durante años antes de que se manifiesten los síntomas. La presión arterial alta no controlada puede generar discapacidad, una mala calidad de vida o incluso un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular fatal.
Si se ignora esta condición, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud. Algunos de los daños son:
Las arterias son de vital importancia para el organismo ya que gracias a ellas fluyen los nutrientes y oxígeno a los órganos y tejidos vitales. Cuando la persona tiene hipertensión aumenta, de forma progresiva, la presión de la sangre lo que ocasiona:
Arterias estrechas y dañadas: Al tener presión arterial alta se afectan las células que revisten las arterias en su interior y genera acumulación de grasas que impide el flujo sanguíneo que circula por el organismo.
Aneurisma:La presión constante de la sangre que recorre una arteria debilitada podría generar una protuberancia conocida como aneurisma. El aneurisma es una dilatación que se produce entre el cerebro, la aorta, entre otros, y los tejidos delgados que recubren estos órganos. Esta anomalía se ve reflejada en una protuberancia, que a veces es del tamaño de uva, y aunque parece algo fácil de detectar, muchas veces pasa por un dolor de cabeza o pecho. Pero en realidad necesita exámenes médicos para descartar y saber qué está pasando, porque cuando existe alguna molestia en el cuerpo hay que revisarla con un profesional de la salud, como explica esta nota sobre todo lo que debes saber sobre un aneurisma. Ese aneurisma puede romperse y generar una hemorragia interna que pone en riesgo la vida de quienes lo padecen, por lo que es necesaria la atención inmediata.
Enfermedad de arterias coronarias: al tener las arterias estrechas y desgastadas por la presión arterial alta se genera un problema de suministro de sangre al corazón, que necesita de ese bombeo constante para cumplir sus funciones vitales. Esta deficiencia puede generar angina que se caracteriza por un dolor intenso en el pecho, arritmias que son los latidos cardíacos de forma irregular e incluso un ataque cardíaco que si no es atendido de forma urgente puede ser fatal.
Lado izquierdo del corazón agrandado: la hipertensión obliga al lado izquierdo del corazón a trabajar más duro para bombear sangre al cuerpo, por lo que en este sobre esfuerzo hace que el ventrículo izquierdo se agrande, lo que aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco o muerte cardíaca súbita.
Insuficiencia cardíaca: esa presión arterial alta hace que el corazón, que es un músculo, se debilite y comience a fallar. Al debilitarse está propenso a fallas que comprometen la salud.
El cerebro es otro de los órganos afectados por la hipertensión, ya que -al igual que el corazón- depende de que llegue sangre para mantener las funciones. Las complicaciones son:
Accidente cardiovascular: se refiere a cuando una parte del cerebro deja de recibir oxígeno y nutrientes (que son llevados por la sangre), lo que ocasiona la muerte de células cerebrales. En este caso, los vasos sanguíneos afectados por la presión arterial alta pueden tener fugas e incluso romperse, lo que genera coágulos de sangre en las arterias que viajan al cerebro, generando un accidente cardiovascular.
Ataque isquémico: existen ataques diminutos en el que hay una interrupción breve del suministro de sangre al cerebro. Las arterias endurecidas y desgastadas junto a los coágulos de sangre generados por la hipertensión son la receta para este ataque isquémico transitorio. Puede ser invisible y pasar por un dolor que pasa con una pastilla, pero en realidad es una advertencia de que puede ocurrir un accidente cerebrovascular completo, con todas dificultades que genera en la salud, que incluso puede inmovilizar una parte del cuerpo.
Demencia: cuando las arterias están limitadas en su flujo sanguíneo generan la demencia vascular ya que la sangre no llega del todo al cerebro, limitando sus funciones.
Deterioro cognitivo leve: con el envejecimiento y la demencia hay un cambio en la comprensión y la memoria. Hay estudios que revelan que la presión arterial alta acelera este deterioro afectando la interacción de esa persona con su entorno.
La hipertensión al estar relacionada con la deficiencia de bombeo de sangre que es clave para que los diferentes órganos cumplan sus funciones, también afecta los ojos.
Daño a la retina: tener hipertensión genera un daño en la retina desembocando en visión borrosa hasta pérdida completa de la visión. Si la persona que padece este problema, además tiene diabetes, tendrá un riesgo mayor.
Coroidopatía: esta es la acumulación de líquido debajo de la retina que provoca distorsión en la visión.
Neuropatía óptica: Se trata de un daño al nervio por la obstrucción del flujo sanguíneo que afecta el nervio óptico, lo que genera sangrado en el ojo y posiblemente pérdida de la visión.
La medición de la presión arterial es sencilla, ya que solo requiere un artefacto conocido como tensiómetro (que entre los médicos se denomina esfingomanómetro) que cuenta con una banda que envuelve la parte superior del brazo y se infla para detener el flujo sanguíneo en la arteria y sacar los valores sobre el bombeo de sangre, como explica esta nota sobre la hipertensión y su amenaza silenciosa.
Para que los resultados sean más confiables es importante:
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg), como explica esta nota sobre la hipertensión de la Biblioteca de Medicina de EE.UU.
Al tener un resultado alto en la medición de presión arterial, lo primero que debe hacerse es hablar con el médico de confianza para establecer una hoja de ruta en el cuidado de la salud. Después de esta visita habrá algunas medidas para cuidar la salud:
La hipertensión está asociada a al sobrepeso. Bajar de peso ayuda a controlar mejor la tensión arterial, incluso si se baja unas libras ya el organismo comienza a sentir el alivio con respecto a la dificultad en el bombeo de la sangre. Hay estudios que indican que con cada kilogramo, que son unas 2,2 libras, que se disminuye en el peso hay un impacto en la medición de la tensión arterial.
Esta no es una decisión de vanidad, sino que la cintura es un indicador de esta enfermedad que debe estarse vigilando. De hecho, los hombres corren riesgo si la medida de la cintura es superior a 40 pulgadas (102 centímetros). En el caso de las mujeres corren riesgo si la medida de la cintura es superior a 35 pulgadas (89 centímetros).
Es importante entender que estas cifras varían según los grupos étnicos, por lo que hay que preguntar al médico cuál sería una medida saludable de tu cintura, como explica esta nota sobre las formas de controlar la presión arterial de la Clínica Mayo.
Lo hemos repetido de todas las formas, pero es que no existe nada mejor que el ejercicio para prevenir enfermedades y corregir las que ya se padecen. Hay muchas formas de ejercitarse pero es importante apostar por el cardio. Así se le conoce a los ejercicios cardiovasculares, refiriéndose al incremento del ritmo cardiaco que aceleran la respiración, queman más calorías y conforme se practican con frecuencia mejoran la resistencia. Además de quemar calorías, el ejercicio cardio tiene beneficios visibles a corto plazo:
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Este es un reto, porque comer para muchas personas es un placer, pero es importante cambiar hábitos para vivir más años con mejor calidad de vida. En este proceso -y acompañado de una nutricionista- es bueno comenzar a consumir más frutas y verduras, disminuir la sal y carnes procesadas que tienen altas cantidades de sodio durante su producción. Además de la cafeína y teína son enemigas en este proceso, por lo que hay que dejarlas.
Otras ideas valiosas son:
El médico familiar puede tratar la presión arterial alta. Cuando existen mayores complicaciones es importante involucrar al cardiólogo y especialistas del riñón (nefrólogos) quienes tienen también un entrenamiento adicional en el tratamiento de la presión arterial alta y a través de exámenes evalúan si hay órganos comprometidos para actuar de forma rápida y eficiente.