La salud mental se encuentra en su mayor punto de importancia en la actualidad, la depresión, irritabilidad, ansiedad, son tres aspectos muy acentuados actualmente debido a la pandemia, muchas personas tienen dudas al respecto, y lo manifestaron con varias preguntas durante el webinar “Ansiedad y manejo de emociones post pandemia”. No te pierdas las respuestas a continuación:
Si. Niveles muy elevados de estrés se reflejan en forma de ansiedad, lo cual es una respuesta normal siempre que exista una amenaza real; es patológico cuando comienza a limitar tus actividades diarias, y sientes temor y ansiedad por cosas cotidianas, sin mayor importancia.
Depende de la severidad del trastorno. El psicólogo puede ayudarte a tratar la ansiedad con buen asesoramiento y técnicas para mejorar tu vida y evitar los detonantes, mientras que el psiquiatra irá a mayor profundidad a la raíz de la ansiedad, sin centrarse en otros elementos de tu vida, y puede recurrir a tratamiento farmacológico, así que la ansiedad puede ser tratada por ambos.
Son trastornos completamente opuestos en cuanto a comportamiento.
La persona hiperactiva nunca para, se distrae fácilmente, es impulsivo, agresivo, le cuesta concentrarse, y realizan movimientos constantes con alguna parte del cuerpo, pudiendo semejar un tic nervioso.
Mientras que los hipoactivos demuestran un comportamiento lleno de apatía, pereza, desinterés general por cualquier actividad; se mueven de forma lenta y pausada, parecen distraídos.
La vuelta a la normalidad nunca es fácil, debes hacerlo de forma progresiva, sin esperar que todo sea exactamente igual como era previo a la pandemia, hay cambios que van a permanecer y no queda más que aceptarlos.
Debes concentrarte en pensar que lo peor ya pasó, comenzar a socializar en eventos pequeños, con pocas personas y empleando las medidas de bioseguridad como mascarilla y uso de gel antibacterial, de esa forma te sentirás seguro y podrás compartir con familia y amigos.
Luego de más de un año usando mascarillas, es normal sentirse extraño cuando no la usas, o cuando ves personas que no la llevan, pero no es obligatorio que te quites la mascarilla, lo que no puedes controlar es que los demás se la quiten, para evitar ese pensamiento hipocondríaco y ansioso, debes emplear medidas de relajación o acudir a terapia psicológica para manejar los miedos.
Algo muy útil que hacen algunas personas es pensar en la mascarilla cómo un objeto cotidiano sin mayor importancia; como por ejemplo un paraguas, a veces será necesaria y a veces no; a veces las personas llevan uno y a veces lo olvidan.
Es recomendable que evites pensar en la enfermedad, que ocupes tu mente con cosas saludables, como la actividad física periódica, que no solo mejorará la parte física sino también la salud mental, el ejercicio es antiestrés. Otras cosas que puedes hacer es practicar técnicas de relajación, de respiración, y finalmente si nada de ello funciona acude a terapia psicológica o psiquiátrica.
El amor propio se recupera con el conocimiento profundo de tu ser, debes tener claro cada uno de tus pensamientos, necesidades y deseos, darle importancia a tus emociones y no a lo que piensan los demás, aceptarte a ti misma es el primer paso para recuperar el amor propio.
Dedica tiempo a ti misma, haz algo que te guste, para mantenerte saludable emocionalmente y evita a las personas que hacen daño con sus palabras; también es vital que no te juzgues fuertemente y aprendas a poner límites, haz solo lo que te haga sentir segura y di no siempre que lo desees.
Realmente la importancia de la vitamina B en los ataques de pánico, ansiedad y depresión no ha sido aclarado ni comprobado, así que no es recomendable reemplazar los medicamentos aprobados para estos trastornos por una terapia empírica a base de multivitamínicos.
Lo mejor que puedes hacer es mantener una alimentación balanceada y rica en vitamina B, como carne de pescado, carne magra, huevos y leche.
Si. En la ansiedad las personas piensan mucho, se imaginan demasiadas situaciones y temen por cada escenario posible, y esta extrema preocupación sin fundamentos puede llevar a insomnio. Lo mejor que puedes hacer para superarlo es acudir al psiquiatra, para que te indique algunas terapias a poner en práctica y a evaluar todos los factores para decidir si será necesario tratamiento farmacológico para que puedas conciliar el sueño.
Debes investigar la base del problema, puede ser la terapia o el psicólogo, evalúa como te sentías en la primera terapia y como te sientes ahora; puedes cambiar de especialista, buscar uno que emplee tratamientos basados en la evidencia, o permanece con tu psicólogo actual pero aumenta la frecuencia de las terapias, al menos una por semana.
Solicita la terapia cognitivo conductual ; ha demostrado ser muy eficaz y mejorar el estado de ánimo de las personas en poco tiempo, desde la tercera sesión los pacientes refieren notable mejoría.
El miedo a la recurrencia del cáncer es algo muy común y difícil de superar, pero no es imposible. Para comenzar lo que debes hacer es reconocer cada una de las emociones negativas que desencadenan el miedo, conversa con alguien, un amigo, familiar o psicólogo; jamás ignores tus pensamientos pero contrólalos porque tener miedo no solucionará nada, solo te limitará.
Calma la ansiedad con visitas periódicas al médico, al menos dos veces al año para verificar que todo esté en orden. Recuerda que no estás solo, únete a grupos de apoyo para compartir tus sentimientos con otras personas que están en la misma situación.
La ansiedad puede llevar a depresión, pero la depresión no conlleva a la ansiedad.
Lo que sucede es que en la ansiedad el paciente teme del futuro y hace que se produzcan muchos pensamientos sobre cosas que no han sucedido y que puede que no sucedan, llevándolo al aislamiento y eventualmente a la depresión, con tristezas profundas.
No esperes volver a la normalidad de un día para otro, comienza con pasos pequeños. Retírate la mascarilla en espacios abiertos y alejado de las personas al menos 2m de distancia, así estarás seguro, no te sientas presionado.
Vacúnate, esa protección adicional a tu sistema inmune te ayudará a estar más cómodo, ya que el riesgo de contraer la enfermedad y sus formas graves será mínimo.
Evita los espacios muy concurridos, pues los temores se acentuarán, puedes ir progresivamente aumentando la cantidad de personas en los eventos sociales.
Comienza por salir con grupos pequeños de amigos hasta que te sientas más tranquilo.
No existe gran diferencia entre el trastorno de ansiedad y la ansiedad por detonantes específicos.
El trastorno de ansiedad generalizado es aquel en que la persona experimenta crisis de ansiedad ante toda clase de situaciones, cualquier acción o decisión genera en el paciente un estado de estrés, miedo y muchos pensamientos negativos.
Mientras que en la ansiedad por detonantes específicos, el paciente muestra estados ansiosos, de miedo y estrés, ante una sola situación y siempre es la misma, por ejemplo:
Quitarse la mascarilla, salir de casa, presentar un examen, etcétera.
Canalizar se trata de enfocar la mente en cosas que no acentúen el trastorno, que mantengan los pensamientos negativos alejados. Lo más recomendable para una persona con tendencia al suicidio es que acuda a terapia con frecuencia semanal, y de ser necesario que reciba medicación, por supuesto esto evaluado por el especialista que verificará los riesgos y la severidad de la situación.
Es importante que la persona con ideas suicidas busque ayuda profesional, que hable con amigos y sepa que no está sola, que evite el aislamiento y ocupe la mente con actividades positivas como el ejercicio, la lectura o cualquier otra cosa que disfrute hacer.
Acá podrás encontrar más información y ayuda si tienes pensamientos suicidas.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/suicide/in-depth/suicide/art-20044707
La relajación es una de las mejores técnicas para controlar todo aquello que pasa por tu mente y te hace daño. Los métodos son relajación autógena, que viene de tu interior, consiste en repetir palabras que te calmen y ayuden a concentrar. La relajación muscular progresiva es aquella que se concentra en un grupo muscular específico y relajarlo durante 30 segundos y moverse a otro.
La visualización es otro método de relajación muy utilizado, consiste en elaborar imágenes mentales de situaciones pacíficas que te harían sentir mejor, y no tienen que ser solo imágenes, puedes pensar en sonidos y olores que te relajen.
Descubre por qué deberías poner en práctica ejercicios de relajación
https://www.manuelescudero.com/las-9-mejores-tecnicas-de-autocontrol-emocional-y-relajacion/
Al tener un diagnóstico confirmado de ansiedad y depresión, es necesario que mantengas la terapia psiquiátrica. Busca reinterpretar el problema, sé realista con lo que sucede y no exageres la situación, trata de no enfocarte en el problema, evita aquello que te preocupa, oblígate a pensar en otra cosa y encuentra un distractor.
Siempre considera que cada problema que surge es un desafío y no una amenaza, ello te permitirá estar motivado a la hora de superar los obstáculos y no sentirte con miedo.
No. Jamás te automediques, acude a un especialista que evalúe si acorde a tu personalidad, síntomas y vida diaria necesitarías terapia farmacológica o si simplemente con algunos ejercicios y cambios en el estilo de vida puedes tener mayor control sobre los ataques de pánico y la ansiedad. Solo un profesional del área de la salud puede decirte si es necesario medicarte.
La principal diferencia se encuentra en la formación; el psiquiatra ha asistido a la escuela de medicina, se enfoca en la patología y en la cura con terapia conductual o farmacológica, mientras que el psicólogo estudia la mente y las emociones, se enfoca en el panorama más amplio del individuo y en su funcionamiento normal, interrelacionado con el entorno, buscando darle un enfoque motivacional sin recurrir a medicamentos.
La ira no es una emoción aceptable, te causa daños a ti, y a las personas de tu entorno. Lo que debes hacer es pensar muy bien antes de hablar, toma una respiración profunda que te permita aclarar tus pensamientos hirientes y agresivos, luego de haberte tranquilizado busca las palabras más adecuadas para expresarte.
Reflexiona sobre la situación, no es presión para que acudas a reuniones sociales; son personas que quieren compartir contigo y que desean que estés allí porque te extrañan.
Identifica las soluciones para que te integres a los eventos sociales, acude con mascarilla y gel antibacterial.
Lo principal es que te informes sobre la ansiedad y la depresión, así sabrás muy bien qué sucede.
Al momento de una crisis quédate con la persona, mantén la calma; si toma medicamentos específicos durante un ataque, ofrécelos. Llévala a un lugar tranquilo, la presencia de muchas personas empeora la situación.
No supongas lo que necesita, pregúntale si desea algo, usa frases cortas, simples, no lo acoses con demasiadas palabras u obligándolo a superar el proceso. Sé predecible con cada movimiento, pues podrías agravar la situación.
Con él simple hecho de estar presente estarás ayudando.
Los niños son los principales afectados en esta situación, de naturaleza son seres sociales que se vieron centrados en una vida dentro de casa, así que es completamente normal que ahora se estresen ante un estilo de vida normal, por ello debes enseñarlos a controlar la respiración, así podrán relajarse ante el estrés.
Hazle masajes para relajar sus grupos musculares, enséñales a practicar yoga, ponlos a colorear mandalas, que bailen, canten y practiquen cualquier pasatiempo que les haga sentirse bien, desde deportes hasta talentos musicales. Pregúntale al niño qué necesita y apóyalo.
Esperamos que estas respuestas hayan sido de suficiente ayuda, recuerda que nunca está de más acudir al psicólogo, pues los mejores consejos lo tienen los profesionales. Si tienes más dudas no olvides en hacérnoslas saber.