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La premisa es que los niños deben crecer sanos y fuertes, pero los padres -muchas veces- deben enfrentar panoramas no previstos frente a la salud de los menores.
La naturaleza de los niños es explorar, aprender y divertirse en el camino. Esa es la forma en la que descubren el mundo y necesitan el apoyo de sus padres para asegurar la premisa de crecer sanos y fuertes. Sin embargo, las emergencias médicas existen y por eso es importante entender cuáles son las enfermedades más comunes, para estar preparados tanto anímicamente como financieramente, para que solo sea un mal rato y no afecte el crecimiento de los niños, ni el patrimonio de los padres, por lo que es importante entender la importancia de un plan médico privado para los hijos.
Lamentablemente el resfriado común aún no tiene vacuna. Los síntomas vienen acompañados de fiebre, tos y dolor en el cuerpo que genera malestar general. Hay que vigilar al niño y medicarlo con lo que envíe el profesional de la salud, para identificar su evolución.
Esta enfermedad es una infección causada por el virus Varicela-Zoster que genera una erupción la piel con pequeñas ampollas rojizas con líquido y picazón en la piel. Las áreas del cuerpo más afectadas por el sarpullido de este virus son el rostro y el tronco, y puede venir acompañado de fiebre. Sí existe vacuna, pero sigue siendo una de las enfermedades más comunes en la infancia.
Un virus de la familia Paramixovirus que ataca la boca, mejillas y paladar, para luego expandirse al rostro y cuello. Viene acompañada, la mayoría de veces, por fiebre, tos y dolor muscular.
Esta enfermedad se debe a una causa bacteriana que provoca tos, congestión nasal, a veces fiebre, y un solo insoportable para tragar, por el pus en ese pequeño órgano.
Esta infección es común en niños menores de tres años. Se debe a una bacteria o virus, que genera fiebre y dolor intenso en el oído afectado.
Este es un problema común en niños debido a una bacteria que ocasiona la cistitis que tiene síntomas muy molestos para el menor: escozor al orinar, sensación de querer ir al baño todo el tiempo y en algunas ocasiones fiebre.
Esta infección que afecta los ojos es frecuente en niños pequeños y suele ser contagiosa. Se trata de una inflamación de la membrana transparente que cubre parte del ojo, que aunque es molestosa no suele ser grave. Los síntomas no son tan acertados, por lo que hay que estar atentos cuando el menor se queje de que siente arena en el ojo, ya que puede ser el inicio de esta infección. Algunos menores se les hincha el párpado y sufren de sensibilidad frente a la luz fuerte.
Esto no entra dentro de las enfermedades comunes, pero los niños cuando juegan y están aprendiendo sobre lo que pueden hacer y qué no, pueden accidentarse y lastimarse un hueso o un tendón, y eso requiere -en cualquiera de los casos- atención médica. A veces tienen un esguince, y en otras ocasiones se quiebran un pie, clavícula o la mano, lo que requiere salir corriendo a una sala de emergencias.
No existe un cálculo exacto del costo que generan estas enfermedades, pero entre visitar al profesional de la salud y medicamentos puede bordear los USD 50, por lo que si se presentan varias veces al año hay que multiplicar. Eso sin contar si el menor llega a ser hospitalizado por una torcedura de pie u otra enfermedad, que puede ir desde $500 hasta miles de dólares.
También es importante contemplar que los niños necesitan visitas rutinarias a diferentes especialistas para medir el crecimiento, ver su evolución, visitar al oftalmólogo u odontólogo, para identificar necesidades adicionales como su talla, evolución en crecimiento y otras necesidades básicas en las primeras etapas de la vida de los menores.
Los niños son susceptibles a enfermedades porque en su crecimiento están enfrentando virus y bacterias, y temas más complejos como el COVID19 que trae consigo el síndrome inflamatorio multisistémico, que es una respuesta del sistema inmunitario del cuerpo para combatir el virus. En casos reportados en diferentes países de Europa y EE.UU., el síndrome ha presentado rasgos similares a la enfermedad de Kawasaki, un proceso inflamatorio de la piel que genera erupciones, enrojecimiento, edema de manos y pies. Si llegara anotar alguno de estos síntomas, es clave contactar a un pediatra para atender de forma inmediata al menor.
En este contexto de las etapas de crecimiento del niño y de panoramas extraordinarios como pandemias, sin un plan de medicina prepagada los gastos para revisiones periódicas para ver el cuadro de crecimiento, visitas médicas de emergencia para atender estas enfermedades comunes y otras que no lo son tanto, compra de medicamentos y vitaminas y cirugías en caso de requerirse, suman y podría afectar el patrimonio de los padres. Por lo que pagar una mensualidad en un plan médico privado es la mejor manera de acceder a una red de médicos especializada, medicamentos y atención de primera para chequeos de rutina o emergencias.
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