Seguramente te has relacionado con alguna persona que ha experimentado un “infarto”. ¿Sabías que los ataques cardiacos, mejor conocidos como infartos son experiencias que le pueden suceder a cualquier persona en cualquier momento? Así es, no es necesario que tengas antecedentes familiares para padecerlo.
Además de esto, la OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Ahora, iniciemos por entender claramente qué es un infarto o como te mencioné anteriormente un ataque cardiaco. Un infarto es una patología que ocurre cuando se obstruye el flujo de sangre que va al corazón, y si el flujo sanguíneo se bloquea, el corazón sufre por la falta de oxígeno, usualmente estas obstrucciones se dan por acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias que forman una placa en las arterias que se conectan directamente al corazón.
Como ahora sabemos, un infarto puede ocurrir en cualquier momento y lugar, de ahí la necesidad de disponer de la información correcta para reaccionar de manera eficaz y lo más rápido posible.
Los mensajes del cuerpo no siempre son claros, por ello es de suma importancia reconocer cuáles pueden ser los síntomas de un infarto, los que usualmente se presentan en las personas son los siguientes:
Los síntomas pueden variar dependiendo de cada persona cómo, por ejemplo, su estilo de vida, su edad, hábitos y antecedentes o enfermedades genéticas. Los infartos son más frecuentes en personas mayores, pues la tasa de infartos se registraba en personas mayores de 65 años, tanto hombres como mujeres.
Los ataques cardiacos o infartos se caracterizaban por ser “enfermedad de ancianos” sin embargo en los últimos años estos números han variado significativamente y se registra que se producen cada vez en personas más jóvenes, comprendidas entre los 35 y 54 años.
Si es importante aclarar que las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de sufrir algunos de los estos síntomas, especialmente la dificultad para respirar, las náuseas, y las molestias en la espalda o en la mandíbula.
Como ya hemos dejado claro, los ataques cardiacos afectan a todos los perfiles de la sociedad, si bien es cierto, existen algunos factores que elevan las probabilidades de sufrir una dolencia de estas características.
Los factores de riesgo a considerar son:
Además, también está el caso de los diabéticos, las personas con sobrepeso o aquellas personas con colesterol alto.
Si observas los síntomas descritos antes, en ti o en alguien cercano, es muy importante llamar a los servicios de emergencias lo antes posible.
Las personas que experimentan los signos de un infarto, usualmente por falta de información deciden esperar, en los casos de infartos esta opción se descarta, si tu o la otra persona presentan estos signos de alarma, el tiempo es el recurso más importante y el paciente, sin duda necesita una evaluación y tratamiento médico inmediato.
La recomendación final sería NO demorar más de unos 5 minutos máximo para llamar al servicio de emergencia, ya que en ese tiempo demora en desarrollarse el infarto.
Recuerda NO DEMORAR, actúa lo antes posible, el tiempo lo es TODO.
Si tú NO estás experimentando esta circunstancia y puedes asistir otra persona, puedes:
Nunca es tarde para informarte sobre que alternativas saludables puedes adquirir a partir de ahora, si ya has sufrido de un infarto puedes consultar a tu médico para seguir tomando medicamentos que ayuden a la prevención, en caso de que nunca lo hayas tenido, tenemos estas sugerencias para ti:
Por último, recuerda que tomar las medidas adecuadas de prevención te asegurarán una mejor calidad de vida.