La cistitis es una inflamación aguda de la vejiga, que se da por la infección en el trecho urinario producida por la bacteria Escherichia Coli, un microbio que vive en el intestino y que provoca cuatro de cada cinco infecciones en las vías urinarias, según una investigación médica publicada en la revista International Journal of Medical Microbiology.
La cistitis se reconoce por tener ganas constantes de orinar, como si se hubieran tomado litros de agua, pero al ir al baño solo salen gotas. Normalmente el organismo controla las bacterias a través de su excreción por la orina, pero cuando las bacterias se adhieren a la vejiga se multiplican de forma exponencial que la orina no alcanza a expulsarlas, lo que ocasiona la inflamación conocida como cistitis.
A pesar de que puede darles a hombres y mujeres, en realidad son estas últimas las más proclives ya que su uretra es más corta frente al masculina. Es decir, el acceso de bacterias al tracto urinario es más fácil para mujeres ya que el conducto uretral femenino bordea los 3,8 cm, mientras que el masculino son 12 cm, que los hace sufrir menos esta infección.
La verdad es que al ser una infección necesita antibióticos, pero dependerá del estado del paciente, por lo que desde los primeros síntomas es necesario buscar un médico para realizar exámenes, evaluar los síntomas y tomar los medicamentos indicados según cada caso.
En caso de presentar síntomas se debe solicitar una cita con un profesional de la salud, que puede ser un médico general. Luego de la evaluación del cuadro clínico y exámenes respectivos, según la gravedad, puede derivar a médicos especialistas en trastornos en vías urinarias como un urólogo o similares.
Muestra de orina: el análisis de orina ayudará a diagnosticar si hay bacterias, sangre o pus. Según el resultado se solicita un cultivo de orina bacteriano.
Cistoscopia: el médico inserta en la vejiga, a través de la uretra, un cistoscopio que es un tubo pequeño con luz y cámara para identificar signos de la enfermedad o incluso tomar muestras del tejido, si es que el caso tuviera complicaciones.
El sistema urinario comprende los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Todos ellos son importantes para eliminar los desperdicios del cuerpo. Los riñones, que son un par de órganos con forma de frijoles ubicados hacia la espalda en la parte superior del abdomen, que filtran el desperdicio del cuerpo y regulan las concentraciones de muchas sustancias.
Los tubos denominados «uréteres» transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga, donde se almacena hasta que sale del cuerpo a través de la uretra, explica este artículo de la Clînica Mayo sobre la cistitis.
Las infecciones de las vías urinarias suelen ocurrir cuando las bacterias que se encuentran fuera del cuerpo ingresan en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse. La mayoría de los casos de cistitis se producen por un tipo de bacteria E. Coli y se puede dar por relaciones sexuales o por exponer esta zona íntima en lugares que tengan esta bacteria.