Cuando alguien se siente muy triste por algo, y siente que eso abarca toda su vida y bienestar, normalmente recibe ánimos como: tranquilo, todo va a estar bien o un ya pasará. Son palabras de aliento, que podrían ayudar, pero lo que realmente necesita la persona es tratar este sentimiento con un profesional para detectar si es depresión.
La depresión es la enfermedad del siglo XXI que se potenció durante la pandemia (seguro te interesa esta guía de preguntas frecuentes sobre el COVID-19) debido a la inactividad forzada y la incertidumbre. La depresión, entonces, no es estar triste sino un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimiento de culpa o falta de autoestima. Estos sentimientos pueden ir acompañados por trastorno de sueño o apetito, falta de concentración y sensación de cansancio que no se va, como explica la Organización Mundial de la Salud.
La depresión comienza como un sentimiento de insatisfacción hacia algo que se transforma en una bola de nieve rodando, ya que a medida que crece este sentimiento, se afectan otros ámbitos como el desempeño escolar o laboral, y así la depresión puede hacerse crónica, por lo que es necesario detectarla para identificar el grado de gravedad y definir el tratamiento basado en psicoterapia profesional e incluso uso de medicamentos, si fuera el caso.
La depresión clínica es aquella depresión que dejó de ser una simple tristeza y se transforma en una enfermedad grave que afecta física y psicológicamente, por lo que debe ser tratada. Sin embargo, si se tiene los primeros síntomas de depresión es mejor tratar a tiempo para evitar complicaciones después. La depresión tiene muchos síntomas: ansiedad, insomnio, falta de apetito y ausencia de interés para realizar actividades. Ante estos comportamientos es importante hacer introspección de lo que está sucediendo y tener una cita con un profesional en psicología para recibir un diagnóstico y determinar un tratamiento adecuado.
La depresión puede darle a cualquier persona en distintas etapas de la vida. Hay niños, adolescentes y adultos y personas de la tercera edad con esta enfermedad.
La depresión se expresa de muchas maneras que suelen confundirse con tristezas pasajeras. Sin embargo, hay alertas que es necesario identificar para tratar a tiempo esta enfermedad. Algunos de los síntomas son:
Depresión mayor: se trata de sentimientos de tristeza, pérdida, frustración o ira que interfieren en la vida de la persona, haciéndola menos productiva y afectando sus ganas de trabajar e interactuar con otras personas, incluso familiares.
Depresión posparto: Algunas mujeres sufren este tipo de depresión después de dar a luz. De hecho, en EE.UU. un 56% de mujeres (entre latinas y estadounidenses) sufren este tipo de depresión que es necesario tratar, ya que está relacionada con la depresión mayor.
Trastorno afectivo emocional: este trastorno, conocido como TAE por sus siglas, ocurre en las estaciones otoño e invierno, y su explicación es por la ausencia de luz solar. Esto no está aterrizado a la realidad de Ecuador, que es un país que cuenta con luz solar todo el año.
Trastorno depresivo persistente: es un estado de ánimo depresivo que dura hasta dos años y parece normal, ya que es una tristeza extendida y a veces se intensifica, mientras que hay períodos de calma. Sin embargo, es necesario tratarla en sus primeros síntomas para determinar un tratamiento y sesiones psicológicas.
Depresión mayor con características psicóticas: es una persona con depresión mayor que además desarrolló ausencia de contacto con la realidad, a lo que se le conoce como psicosis.
Lo primero es determinar el nivel de tristeza de la persona y su duración para conversar con un profesional e identificar el tipo de tratamiento. Los planes 5 y 7 (Élite y Privilegio) de Saludsa tienen cobertura de citas psicológicas, porque cuidar la mente es tan importante como el cuerpo, más aún en tiempo de pandemia.