La obesidad infantil es un problema de salud derivado de malos hábitos en la alimentación y actividad física. Si bien pueden influir factores genéticos y hormonales en el aparecimiento de esta enfermedad, el consumo elevado de calorías y de alimentos con altos niveles de grasas saturadas y azúcares dan como resultado un cuadro de obesidad. Esto puede generar enfermedades como la diabetes, hipertensión y colesterol alto en niños y adolescentes.
1. Obesidad infantil en el Ecuador y el mundo.
2. ¿Cómo reconocer la obesidad infantil?
3. Actividad física recomendada según la edad.
4. Cuidar la salud emocional de un niño con obesidad.
En los últimos 40 años, la obesidad infantil se ha multiplicado por 10. En 1975 se registraron a nivel mundial 5 millones de niñas y 6 millones de niños con obesidad, mientras que en 2016 las cifras fueron alarmantes: 50 millones de niñas y 74 millones de niños padecen esta enfermedad en todo el mundo.
Ecuador registra el incremento más importante de niños menores de cinco años con obesidad entre el año 2000 y 2020, y se considera que la prevalencia de esta enfermedad es del 10% en niños menores de 5 años. En el caso del sobrepeso (condición previa al aparecimiento de la obesidad), 1 de cada 3 niños sufre esta condición en edad escolar y 1 de cada 4 adolescentes.
Estos datos son alarmantes, ya que evidencian que el país no está por fuera de una realidad mundial en el que el acceso a alimentos nutritivos es más complejo. Si sospechas que en tu familia pueden existir casos de obesidad, aquí te contamos qué puedes hacer para tomar medidas que garanticen el bienestar de tu familia.
Existe un indicador fundamental para determinar si estás ante un caso de sobrepeso u obesidad, y este es el índice de masa corporal. Este es resultante de la división del peso de una persona en kilos, entre el valor de su estatura en metros al cuadrado. En el caso de niños y adolescentes, este índice es específico con respecto a la edad y al sexo.
En estos casos no es tan frecuente el aparecimiento de obesidad, siempre y cuando la alimentación esté basada en leche materna. En niños mayores a esta edad, suelen aparecer los primeros casos.
7-12 meses.
Desde esta edad, la obesidad ya se relaciona con errores en la alimentación, sobre todo cuando se incluyen dulces, fritos o alimentos con grasas saturadas. De igual manera, si la alimentación entre 0 y 6 meses fue exclusivamente con leche de fórmula, existe un riesgo de 64% más posibilidades que el bebé tenga sobrepeso u obesidad. Desde esta edad ya son evidentes algunos signos de obesidad en los bebés, como retrasos en el movimiento: tardan en caminar, sentarse o gatear.
1-3 años.
Como en todos los casos de obesidad, es la mala alimentación la que genera sobrepeso. Para determinar el nivel de sobrepeso y obesidad, es posible realizar la medición del índice de masa corporal, y a partir de estos datos se recomienda cambios en la alimentación como en actividades físicas. Entre los síntomas de obesidad que comienzan a presentarse desde este rango de edad están la somnolencia, fatiga diurna y problemas de atención.
4-7 años.
En esta edad empiezan las actividades escolares de los niños, por lo que la actividad física se incrementa, y el consumo de calorías también. Es importante que los niños, a la par que realizan actividades físicas, cuenten con alimentación que permita absorber los nutrientes necesarios para su crecimiento y no solo para saciar su hambre.
Existen alimentos, principalmente snacks, con alto contenido de azúcar, sal y grasas, que, combinados con una amplia difusión, incentivan su consumo. Por esta razón es fundamental vigilar de cerca no solo la alimentación en casa, sino también la que se consume en la escuela. Aquí encontrarás algunos consejos para que tus hijos puedan consumir refrigerios saludables, que eviten desarrollar sobrepeso.
8-12 años.
Es importante señalar que la obesidad es una enfermedad crónica que se va desarrollando con el tiempo, y si un niño llega a esta edad con problemas de sobrepeso, se debe principalmente a la falta de actividad física y mala alimentación. En esta edad, la obesidad ocasiona estrés adicional en rodillas y caderas, dolor en articulaciones y genera problemas psicológicos como baja autoestima o depresión.
Hacer dieta no es fácil, a cualquier edad. Pero podemos aligerar la carga equilibrando el consumo de diferentes alimentos, priorizando los que son bajos en calorías y con alto contenido nutricional, entre ellos:
Los niños y adolescentes siempre están llenos de energía, y existen diferentes actividades con las que pueden mantenerse activos, pero para esto, es necesario darles ejemplo. Es por esto que, se pueden planificar actividades en familia como caminatas al parque, practicar un deporte en conjunto, y socializar con otros niños de la misma edad para que puedan organizar actividades deportivas entre sí. Recuerde que una actividad física en familia no solo combate la obesidad, le permite disfrutar de tiempo con sus hijos y estrechar sus vínculos.
Si se incluye más actividad física, es importante garantizar las horas de sueño diarias adecuadas para cada edad.
La obesidad genera profundos problemas que afectan el amor propio, la seguridad, el sentido de pertenencia y discriminación por su peso. Para ayudarlo en la parte emocional, es importante el apoyo familiar y la motivación para que cambie de hábitos alimenticios y de actividad física. Y no olvides hacerle sentir importante, amado y respaldado en estos cambios. Nunca olvides que los sentimientos de los niños sobre sí mismos se basan en lo que sus padres piensan de ellos.
Siempre ten en cuenta que un plan de medicina prepagada te ayudará a identificar oportunamente cualquier señal de alerta para tu salud y de quienes amas. En Saludsa, no solo contamos con planes que se ajustan a tus necesidades y cuidad de ti y tu familia, también disponemos de herramientas como Vitality, que te ayudarán a crear planes de actividad física para ponerlos en práctica con tu familia.
Recuerda que proteger tu salud y la de los tuyos siempre será una inversión.