El cáncer de ovario es un asesino silencioso. Este tipo de cáncer se desarrolla en el aparato reproductor femenino, en el que las células cancerígenas crecen de forma descontrolada, atacando de forma silenciosa, porque la mujer no siente ningún síntoma, hasta que puede ser tarde.
Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario que es necesario abordarle para generar conciencia sobre esta enfermedad, sus síntomas y prevención. Este tipo de cáncer es el tumor más agresivo y la sexta causa de fallecimientos de cáncer en mujeres, que en 2018 representó un 2,7% de los tipos de cáncer detectados, como explica esta nota sobre el cáncer de ovario de Solca.
El aparato reproductivo femenino contiene 2 ovarios, cada uno ubicado en cada lado del útero. Los ovarios miden cerca de 3 centímetros tienen la labor de producir óvulos, hormonas de estrógeno y progesterona. El cáncer de ovario comienza con esa reproducción descontrolada de células cancerosas en esa zona, pero como no duele, ni genera molestias, no suele detectarse sino hasta un estado tardío cuando ya se ha expandido a la pelvis y abdomen, cuando es más difícil de tratar porque compromete otros órganos.
Estos tumores se originan en la capa delgada de tejido que recubre el exterior de los ovarios. Cerca de un 90% de los tipos de cáncer de ovario son tumores epiteliales.
Estos se originan en el tejido ovárico que contiene células que producen hormonas. Estos tumores se suelen diagnosticar en un estadio más temprano que otros tumores ováricos. Alrededor del 7% de los tumores ováricos son estromales.
Su origen se da en las células productoras de óvulos. Estos tipos de cáncer, que son poco frecuentes, tienden a afectar a las mujeres más jóvenes.
El tratamiento depende mucho de la etapa en la que se encuentre. Cuando es solo una masa pequeña -por detección temprana- solo debe abrirse y hacer los exámenes de rigor, pero suele ser sencillo eliminarlo en sus primeras etapas ya que solo se encuentra en el ovario. Sin embargo, cuando ya se ha expandido a otros órganos requieren cirugía y quimioterapia.
No se puede prevenir, pero se puede reducir el riesgo de una afectación grave si se realizan chequeos ginecológicos anuales con los respectivos exámenes para detectar cualquier anomalía, y saber a tiempo si existe un brote de estas células cancerígenas.
Afecta a cualquier mujer, de cualquier edad. Sin embargo, existen grupos etarios con mayor riesgo, como las mujeres entre 45 y 59 años que representan el 42% de las mujeres que enfrentaron este cáncer en Ecuador. De hecho, según información de Solca, la afectación por edades -en cáncer de ovario- se reparte de la siguiente forma:
Grupos de edad | Porcentaje |
0-14 años | 1,28% |
15-29 años | 7,69% |
30-44 años | 16,03% |
45-59 años | 42,31% |
60-74 años | 27,56% |
75 años o más | 5,13% |
Total | 100% |
El cáncer de ovario tiene algunos factores de riesgo, que según estudios de las mujeres que lo padecen se hace un levantamiento de su edad, antecedentes, estilo de vida y otros factores para entender más sobre esta enfermedad.
Si una persona tiene uno o más antecedentes de cáncer de ovario en su familia, en especial en primer y segundo grado, tiene mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Entre 50 y 60 años es común desarrollar esta enfermedad en las mujeres, por lo que los chequeos ginecológicos deben ser más frecuentes.
Si la menstruación comienza a una edad temprana como 10-12 años puede ser un factor de riesgo para desarrollar cáncer de ovario. De igual forma es el inicio de la menopausia, si es muy tarde como 53 o 55 años, también puede afectar a esa persona.