El volcán Sangay, ubicado en la Amazonía, está registrando actividad persistente dentro del actual periodo eruptivo que inició en mayo del 2019 ocasionando así descenso de lava, explosiones y emisiones de ceniza, según un informe del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional. En los últimos meses se ha detectado, primero en junio y ahora en septiembre del 2020, la caída de ceniza volcánica que podría provocar problemas respiratorios y en la piel.
La ceniza proveniente de los volcanes se compone de finas capas de partículas de roca volcánica fragmentada de menos de 2 mm de diámetro que puede tener un recubrimiento ácido.
Los efectos de las cenizas volcánicas sobre la salud pueden ser clasificados en varias categorías:
Al ser partículas finas que son aspiradas y llevadas hasta el interior de los pulmones, se puede experimentar molestias en el pecho, acompañada de tos e irritación. Los síntomas inmediatos son secreción nasal, dolor de garganta y tos seca. En ocasiones la caída de ceniza volcánica y su exposición a ella puede ocasionar problemas severos como bronquitis que persisten días o semanas después de la exposición.
Las personas que sufren de asma u otros problemas pulmonares como bronquitis o enfisema, y problemas cardíacos graves, tienen mayor riesgo, por lo que la recomendación es evitar salir o protegerse con mascarilla para evitar la inhalación de las partículas.
En el caso de las personas asmáticas, especialmente los niños que pueden haber estado altamente expuestos a las cenizas mientras jugaban pueden sufrir accesos de tos, opresión torácica y sibilancias (pitidos al respirar). Algunas personas que no habían tenido asma hasta entonces, pueden experimentar síntomas de esta enfermedad después de una caída de cenizas, especialmente si se sobreexponen en el exterior.
Ante la caída de ceniza volcánica es un efecto común es la irritación de los ojos, que al sentir la arenilla puede provocar dolor en la parte frontal del ojo, abrasiones en la córnea y conjuntivitis. Las personas que usan lentes de contacto sufren una mayor irritación, por lo que es importante no usar este elemento, si van a salir, durante este acontecimiento natural.
Inflamación del saco conjuntival que rodea el globo ocular por la presencia de cenizas, que genera enrojecimiento, ardor y sensibilidad a la luz.
Las cenizas volcánicas también pueden producir irritación en algunas pieles, en especial las más sensibles, y un factor clave es si los fragmentos de roca tienen mayor acidez. Los síntomas incluyen: enrojecimiento de la piel e infecciones secundarias ocasionadas por el rascado permanente.
1. En caso de caída de ceniza volcánica, lo mejor es quedase en casa para evitar la exposición que afecta vías nasales, ojos y el sistema respiratorio. Si la persona se encuentra en exteriores ante este acontecimiento es importante taparse la boca, ojos y nariz para evitar inhalar las partículas.
2. Para salir es importante mantener la mascarilla puesta y si es posible gafas o algún protector de ojos para evitar que las cenizas ingreses en los globos oculares.
3. Otro consejo es evitar realizar ejercicio en exteriores en los días siguientes, ya que las partículas de cenizas flotan en el ambiente y pueden ser inhaladas por el deportista, afectando su sistema respiratorio.
4. En las casas o departamentos es importante sellar las puertas, ventajas y otros accesos al exterior con trapos húmedos para limitar el ingreso de la ceniza.
5. Si la persona inhaló y siente molestias en ojos, nariz o al respirar es importante tener una cita médica para evaluar el daño y definir lo pasos que debe tomar el paciente.