El uso de mascarilla para salir a lugares públicos es necesario para respetar a otras personas y así evitar el contagio de COVID-19 que se da por las gotículas que salen nariz y boca.
La mascarilla asegura que esas gotas no viajen de persona a persona, disminuyendo la cantidad de contagios por el virus. Sin embargo, un nuevo problema se está dando por el uso frecuente de mascarilla: acné, brotes e irritaciones faciales. En especial cuando el tapabocas se usa por periodos prolongados de tiempo, que hacen que el aire caliente que se respira y queda atrapado en la piel se convierta en un espacio idóneo para el crecimiento de bacterias que originan el acné en la zona del mentón, nariz y parte de las mejillas, justamente donde tapa la mascarilla.
En este documento clínico de la publicación Journal of the American Academy indica que cerca de 83% de empleados sanitarios en Hubei (China) fueron diagnosticados con problemas en la piel -principalmente acné- por el uso de mascarillas de forma frecuente. La razón es que la piel respira menos lo que genera brotes. También se presenta enrojecimiento y alergias generadas por el uso frecuente de la mascarilla que aún es un elemento extraño al que hay que acostumbrarse.
El hecho de que se presente acné, enrojecimiento o cualquier otra condición dermatológica dependerá del tipo de piel y de los materiales que usados para la mascarilla. Las mascarillas N95, por ejemplo, tienen una ventaja porque no suelen pegarse a la piel, y algunas tienen respirador que permite de alguna forma oxigenación. Otras mascarillas, en cambio, son de poliéster que al momento de rozar con la piel del rostro, genera enrojecimiento y otras de algodón que pueden ser más amables con la piel, pero todo depende del tipo de persona y la sensibilidad que tiene en esta área.
La verdad es que existen tratamientos para eliminar el acné, pero lo mejor es entender la raíz del problema. Sabemos que los brotes en el rostro se deben a la falta de respiración en la piel, además del aire caliente que circula al interior de la mascarilla que genera un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias. Sin embargo, también hay otras causas que han venido con el coronavirus, como los cambios de hábito en la alimentación o el estrés que derivan en problemas dermatológicos.
Por esa razón es necesario contactar a un o una dermatóloga que realice una evaluación de la zona para proponer un tratamiento personalizado. Además, hablar con un profesional permite saber qué tipo de mascarilla usar, de qué material y otras indicaciones para disminuir el riesgo de sufrir este percance en la piel.
La verdad es que el panorama en Ecuador es crítico frente al COVID-19 y la recomendación es salir lo menos posible. Entonces una cita dermatológica en línea es clave para detectar ese problema en la piel sin arriesgarse. Existe la creencia de que el profesional en dermatología debe ver de frente y tocar la piel, pero en realidad la evaluación se hace solo viendo y es factible hacerlo a través de la pantalla de la computadora. Una cita médica con un dermatólogo en línea te ayudará a resolver ese problema de acné ocasionado por el uso de mascarilla o cualquier otro malestar en la piel.