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Aunque muchos no estemos conscientes, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son una de las principales causas de muerte en el Ecuador y el mundo. Según la OMS, las causas más importantes de las ECV son los malos hábitos alimenticios, un estilo de vida sedentario, sobrepeso, el padecer hiperlipidemia, hipertensión arterial, y ciertas condiciones de salud hereditarias.
Las enfermedades más comunes son las cardiopatías coronarias, arteriopatías periféricas y trombosis. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) durante el año 2014 se reportaron en el Ecuador 4.430 muertes por enfermedades isquémicas del corazón (infarto), 1.316 muertes por insuficiencia cardiaca, 168 por aritmias y 106 por paros cardiacos sin etiología conocida. Es por este motivo que la prevención de las ECV es vital.
Según la OMS existen individuos que tienen un riesgo elevado de sufrir una enfermedad cardiovascular debido al incremento de ciertos factores. Entre los factores de riesgo se encuentran: la hipertensión arterial, el colesterol y triglicéridos elevados, el sufrir de diabetes, obesidad y sobrepeso, el tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo, factores hereditarios, factores raciales y la edad.
Entre los esfuerzos que se llevan a cabo, debe prevalecer la detección de estas condiciones a través de los médicos de atención primaria. Para prevenir una ECV es importante tener controles rutinarios anuales y mejorar el estilo de vida. Por este motivo esta nota se centrará en ofrecer consejos útiles para reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Los omega 3 son grasas poliinsaturadas que son beneficiosas para el desarrollo y óptimo funcionamiento del cerebro y el corazón. Según la OMS lo ideal es el consumo de estas grasas de 3 a 4 veces por semana. Alimentos como el salmón, el atún, la trucha y el pescado azul son ricos en Omega 3. Según Ricardo Iglesias, presidente de la fundación cardiológica Argentina FCA, para aquellos que sufren de triglicéridos altos y diabetes, es recomendable la ingesta de 2g diarios de omega 3.
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Un estudio realizado por la universidad Emory en los Estados Unidos y publicado en el "Journal of the American Medical Association" asegura que las personas que consumen una mayor cantidad de azúcares refinados son más propensas a tener riesgo de una enfermedad cardiovascular. Por ejemplo, el consumo de grandes cantidades de azúcar refinada aumenta los triglicéridos y genera sobrepeso.
Es por este motivo que es recomendable sustituir el azúcar refinado por edulcorantes no calóricos, como la estevia o azucares menos refinados como son el azucar morena, la panela o la miel.
Expertos de la Universidad de Texas afirman que trabajar más de 46 horas semanales puede ser perjudicial para tu salud cardiovascular. Las personas que laboran en exceso son más propensas a sufrir una angina de pecho (pre infarto). A la larga, ser un adicto al trabajo puede incrementar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular por los altos niveles de estrés que conllevan las largas jornadas laborales y la falta de sueño.
Según un estudio de la universidad de Duke, el experimentar ira y hostilidad aumenta en un 19% el riesgo de tener una enfermedad coronaria. Adicionalmente la depresión podría elevar 3 veces el riesgo de fallecer por una ECV. La investigación aclara que las personas que sufren de emociones negativas como la ira, la ansiedad, la depresión etc. son más propensas a padecer de una ECV si adicionalmente ya tienen otros factores de riesgo como la presión alta, la diabetes, hiperlipidemia, sobrepeso y obesidad.
La Doctora Elisabeth Mostosfy informó en una sesión de la Asociación Americana del Corazón, que la probabilidad de presentar un infarto del miocardio aumenta pocas horas después del consumo del alcohol y se mantiene hasta las 24h después de la ingesta de dichas bebidas.
Los efectos del tabaquismo en la salud cardiovascular incluyen el aumento de riesgo de sufrir una enfermedad coronaria, accidentes cerebrovasculares, enfermedad vascular periférica, etc. El riesgo disminuye después de 1 año de dejar de fumar y es similar al de un no fumador pasados los 15 años desde que se dejó el tabaco.
Según un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología, por la doctora Mery Cortés-Bergoderi de la Clínica Mayo, el exceso de peso y la obesidad es uno de los factores de riesgo más prevalentes y el más difícil de mejorar en aquellas personas que sufren de ECV. La asociación entre estas no solo se limita a factores como hipertensión, diabetes tipo 2 y dislipidemia, sino que también podría causar una ECV mediante inflamación subclínica del endotelio de las arterias, y el incremento de factores trombogénicos (generadores de coágulos), etc.
Los malos hábitos y una alimentación descuidada pueden llevarte a tener un colesterol alto que altera la efectividad de la circulación. El nivel de colesterol bueno (HDL) debe estar por encima de 40 mg/dl, mientras que el malo (LDL) por debajo de 160 mg/dl. Estar pendiente de este factor evitará que desarrolles una ECV y la posibilidad de padecer un infarto por el desarrollo de una placa ateromatosa (taponamiento de una arteria por acumulación de grasa en sus paredes).
Para nadie es un secreto que la longevidad, la belleza y la salud están ligadas a la actividad física regular. Entre 30 y 60 min de ejercicio moderado, 5 veces a la semana, es suficiente para reducir en un 11% el riesgo de una enfermedad cardíaca. Además, los que tienen más de 80 años y se mantienen activos, pueden prolongar su vida hasta 5 años más.
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No se trata de dormir por lo menos 8 horas, pero sí de obtener un descanso adecuado según la edad. Tener insomnio puede ser producto de la ansiedad, depresión, altos niveles de estrés, malos hábitos alimenticios, y la falta de ejercicio. El no dormir adecuadamente te llena de emociones negativas lo cual aumenta un 45% la probabilidad de sufrir un infarto.
La salud del corazón es algo que no deberías dejar a merced de costumbres y hábitos perjudiciales, los cuales a medida que envejecemos son muy difíciles de cambiar. Se debe tomar cuenta estas sencillas recomendaciones que buscan mejorar tu calidad de vida y mantenerte saludable.