¿De qué se trata exactamente la variante ómicron? ¿Por qué la Organización Mundial de la Salud la considera una “variante de preocupación”? ¿La variante ómicron contagia más? ¿Cuáles son exactamente sus riesgos?
En la noche del 29 de noviembre, el presidente Guillermo Lasso anunció nuevas medidas para combatir la variante ómicron del COVID-19 descubierta en Sudáfrica. Entre ellas, las más notables fueron la reducción del aforo en los eventos masivos —deberán funcionar con un 50% de capacidad—, nuevas restricciones en la circulación para los no vacunados, y la prohibición de la entrada para viajeros provenientes de África. De esta forma, Ecuador se suma a la larga lista de países que tomaron medidas preventivas contra esta nueva cepa del COVID-19.
Al tratarse de una variante nueva —el primer caso conocido data apenas de principios de noviembre—, la información al respecto es necesariamente preliminar y escasa. Sin embargo, en parte gracias a una intensa colaboración internacional, ya es posible hacer algunas afirmaciones sobre la variante ómicron.
Todas las cepas del COVID-19 surgen a partir de mutaciones ocurridas en el virus. Estas mutaciones son parte del proceso de replicación: cada vez que el virus infecta a una nueva persona, se replica, pero las copias que el virus hace de sí mismo no son todas idénticas entre sí.
La mayoría de estas mutaciones no tiene un gran impacto en la epidemiología del virus, pero también puede ocurrir que alguno de estos cambios haga al virus más transmisible, o más dañino.
Cuanta más gente sea infectada, más se replicará el virus, lo que necesariamente producirá más variaciones.
Por el momento, la variante delta es la predominante a nivel mundial. Sin embargo, la aparición de la variante ómicron despertó la alerta en la Organización Mundial de la Salud (OMS), al punto que la declaró variante de preocupación. Esto se debe a que la información preliminar indica que la variante ómicron puede ser más transmisible que otras.
Es difícil establecer claramente en qué países se encuentra la variante, porque su descubrimiento es muy reciente. Para empezar, es necesario aclarar que la variante fue identificada por primera vez en Sudáfrica. Botsuana.
Preventivamente, el Reino Unido, Estados Unidos, Israel y la Unión Europea restringieron viajes desde países africanos, dando por descontado que la variante ya está extendida en la región. Sin embargo, a pesar de ello, ya se han encontrado casos positivos en Canadá, Reino Unido, España, Italia, Francia, Holanda, Bélgica, Alemania, Austria, República Checa, Suiza, Dinamarca, Suecia, Israel, Japón, Hong Kong y Australia.
Todavía no hay información concluyente sobre la peligrosidad de esta nueva cepa de COVID-19. Sin embargo, existen algunos informes preliminares brindados por organismos internacionales que indican lo siguiente:
Los síntomas de la variante ómicron son los mismos que los de cualquier otra variante de COVID-19.
Los más habituales son fiebre, tos, cansancio y pérdida del gusto o del olfato. En casos más severos, puede haber también dificultades para respirar, pérdida de movilidad y dolor en el pecho. Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental consultar a un médico —Saludsa tiene un servicio de consulta específico para sus clientes— y realizarse un test de COVID.
En cuanto a la prevención, las recomendaciones son las mismas que para las otras variantes. En el caso de los ciudadanos particulares, lo fundamental es usar mascarillas, lavarse las manos y vacunarse. En Ecuador, más del 30% de la población todavía no está vacunada; si eres una de esas personas, en esta página puedes encontrar los lugares donde aplican la vacuna COVID en tu distrito.
Las recomendaciones internacionales para las autoridades estatales incluyen intensificar el testeo y el secuenciamiento de genomas, notificar rápidamente a la OMS en el caso de aparición de nuevas variantes, aumentar —dentro de lo posible— los estudios de campo, y continuar con las campañas de vacunación.
De cualquier forma, en caso de infección, y sobre todo de infección severa, es importante contar con la cobertura de un plan de medicina para hacer frente al tratamiento y la recuperación.
Estas intervenciones pueden ser de urgencia, de alta complejidad y prolongarse durante el tiempo, por lo que es importante asegurarse una atención médica de calidad. Si estás interesado en contratar un plan de salud, Saludsa brinda las mejores opciones del mercado.